Redibujar y renombrar nuestro cuerpo femenino
En nuestra sociedad, el lenguaje utilizado para describir el cuerpo humano está cargado de significados, algunos de los cuales están impregnados de tabúes, desconocimiento y vergüenza. A menudo, nos encontramos rodeados de términos informales o cómicos para referirnos al aparato genital externo femenino, como «chichi», «conchita», o «pepe», entre otros. Sin embargo, la comprensión y el respeto hacia nuestro cuerpo, especialmente los genitales, sigue siendo un terreno donde persisten mitos y prejuicios. Es fundamental cuestionar estas creencias y comenzar un proceso de re-apropiación y redescubrimiento que nos permita conectar de forma consciente y saludable con nuestra anatomía.
A lo largo de estas líneas, se explorarán diferentes aspectos relacionados con la necesidad de redibujar y renombrar el cuerpo. En primer lugar, reflexionaremos sobre cómo el desconocimiento de nuestros genitales femeninos, pues sigue siendo una realidad alarmante. A continuación, abordaremos la importancia de renombrar las partes de nuestro cuerpo desde una perspectiva más inclusiva y feminista. Finalmente, analizaremos las implicaciones históricas de los nombres asignados a nuestras partes íntimas y el impacto del patriarcado en la ginecología y sexología.

Desconocimiento y vergüeza. Un problema persistente
El tabú que envuelve los genitales femeninos es una problemática extendida. Según un estudio realizado por INTIMINA en 2020, una de cada tres mujeres no sabe diferenciar la vulva de la vagina, y un porcentaje considerable (45%) desconoce la ubicación del cérvix. Esto no es un fenómeno aislado, sino el resultado de años de educación deficiente y la falta de visibilidad de estas partes del cuerpo. Estamos rodeadas de representaciones de cuerpos masculinos, pero la representación de los genitales femeninos sigue siendo escasa y oculta. Esta falta de información y visibilidad contribuye al sentimiento de incomodidad y vergüenza que muchas experimentan al intentar conectar con sus cuerpos.Renombrar el cuerpo: hacia una nueva perspectiva.
Renombrar el Cuerpo: Hacia una Nueva Perspectiva
Uno de los primeros pasos para redibujar nuestra relación con el cuerpo es renombrarlo de manera que se reconozca y valore en su totalidad. Es llamativo que muchas partes esenciales de la anatomía femenina lleven nombres de científicos hombres, como las glándulas de Skene o de Bartolino. Estos nombres perpetúan una visión histórica y patriarcal de la ciencia, donde el conocimiento sobre el cuerpo femenino fue adquirido sin el consentimiento de las mujeres y en condiciones de explotación. A partir de este análisis, surge la necesidad de proponer nuevos nombres para estas partes del cuerpo, como se ha hecho en algunas iniciativas feministas y artísticas, para reflejar un cambio en la forma de entender y reivindicar nuestra anatomía.
En este contexto, la artista y performer chilena Klau Chiche, a través de su proyecto Anarchagrand, busca cuestionar y redibujar la historia de la ginecología moderna. Este proyecto promueve la idea de renombrar las partes del cuerpo que, hoy en día, siguen llevando nombres de hombres, y de esta forma, reivindicar el conocimiento y la relación con nuestro propio cuerpo desde una perspectiva más inclusiva y consciente.
Algunas de las partes del cuerpo femenino que llevan estos nombres de hombres son aún desconocidas para muchas mujeres, lo que refuerza el ciclo de ignorancia y desapego. A continuación, se detallan estas estructuras y sus funciones, con un enfoque renovado en el lenguaje que podemos emplear para apropiarnos de nuestro conocimiento:
- Glándulas de Skene, o glándulas parauretrales: Situadas a los lados de la uretra, estas glándulas son responsables de la eyaculación femenina, un líquido blanquecino liberado antes o durante el orgasmo, que a menudo se confunde con la lubricación vaginal.
- Glándulas de Bartolino, también conocidas como glándulas vestibulares mayores o lubricantes: Localizadas a los lados del orificio vaginal, estas glándulas secretan un líquido durante la excitación sexual, el cual lubrica los labios internos de la vulva, facilitando así la penetración y reduciendo la fricción.
- Trompas de Falopio, ahora renombradas como trompas uterinas: Estos conductos, situados a ambos lados del útero, son responsables de transportar el óvulo desde los ovarios hasta el útero. Además, gracias a las vellosidades internas llamadas cilios, las trompas facilitan el encuentro entre el óvulo y los espermatozoides, siendo una parte fundamental en el proceso reproductivo.
La historia oculta: de la violencia obstétrica a la reapropiación
La historia de la ginecología moderna está marcada por la violencia y la explotación. Mujeres esclavizadas, como Anarcha, Lucy y Betsey, fueron sometidas a experimentos médicos sin anestesia y sin su consentimiento, hechos que dejaron una huella en la forma en que se desarrollaron muchos procedimientos ginecológicos. Esta violencia histórica no solo sigue afectando a las mujeres, sino que también está presente en la manera en que se sigue tratando a las mujeres negras y racializadas en la medicina. Reconocer estos hechos y abordar las prácticas inadecuadas y la desinformación sobre el cuerpo femenino es esencial para comenzar un proceso de sanación colectiva.
Reapropiarnos de nuestro cuerpo es empoderación
El proceso de redibujar y renombrar el cuerpo es un acto de empoderamiento. Al tomar conciencia de nuestra anatomía y cuestionar las convenciones históricas impuestas por el patriarcado, podemos empezar a reclamar nuestra sexualidad de una manera más libre y respetuosa. Esto no solo implica conocer mejor nuestro cuerpo, sino también cambiar el lenguaje y las representaciones asociadas a él, en un esfuerzo por sanar y liberarnos de las cargas históricas y culturales que aún nos afectan. A medida que más mujeres nos sumamos a este camino de autoconocimiento y reivindicación, el futuro parece más prometedor para la autonomía y la salud sexual de todas.


Alba Laredo
La Psicointensa
Psicóloga especialista en género e igualdad; Sexóloga y educadora experta en salud sexual. Sexdivulgadora en La Psicointensa y colaboradora en Integria Psicolgía.